viernes, 9 de octubre de 2009

Enseñar y formar

¿En qué se parecen y en qué se diferencian "formar" y "enseñar"?
(No sé si estáis de acuerdo con la traducción de los términos ingleses "training" y "teaching", pero los he traducido como "formar" y "enseñar")

Antes de leer el texto del formador húngaro:
Si enfocamos la formación del profesorado como una clase tradicional, parecida a aquella que diseñamos para los alumnos de LE, estaremos enseñando. Creemos que poseemos unos conocimientos que nuestros alumnos no tienen y que de una manera más o menos participativa transmitimos a los participantes. Sin embargo si esa misma formación la enfocamos como un espacio de reflexión y adoptamos la posición de un guía que posiblemente no sepa mucho más que los participantes, pero que por sus características es capaz de promover el diálogo, la reflexión, haciendo que los participantes adquieran nuevo conocimiento, estaremos formando.

Después de leer el texto:
Debo añadir, de acuerdo con el profesor húngaro, que efectivamente “enseñar” no debería ser la transmisión de un conocimiento por parte del profesor, sino que debe ser un facilitador de input, promotor de espacios de trabajo, de colaboración. En este sentido no hay tanta diferencia. Me resulta muy curioso ver cómo, a pesar del cambio de enfoque en la metodología y de los nuevos roles que profesores y alumnos nos empeñamos por adoptar, el peso de la tradición sigue haciéndonos tender hacia una visión de la enseñanza en la que el profesor sigue siendo el centro de la enseñanza. Por eso, si realmente aceptásemos sin concesiones el rol del profesor como facilitador, la diferencia entre “trainer” y “teacher” es mínima.

2 comentarios:

  1. ¿En qué se parecen y en qué se diferencian "formar" y "enseñar"?

    Me parece bien el uso del término formar en lugar de entrenar. Sin embargo, para evitar confusiones me parecería adecuado especificar el grupo meta porque en realidad las palabras formar y enseñar podrían ser ambiguas.

    Antes de leer el texto del formador húngaro:
    Enseñar y formar son palabras que compartirían un significado orientado al proceso en el que existe aprendizaje tanto del profesor como de los alumnos e interacción. En cuanto a la diferencia entre formar y enseñar según el DRAE, las definiciones no son suficientes. Basándome en mi experiencia como nativo hablante, reflexiono el tema desde el punto de vista de colocaciones léxicas. Nunca he escuchado sobre un curso de enseñanza de profesores, pero sí curso de formación de profesores. Sin embargo, tanto las palabras ‘formación’ como ‘enseñanza’ las he oído en propagandas de escuelas y colegios para niños. Sin embargo, podría ser que la diferencia entre los dos términos no sea la forma de manejar un curso sino el grupo meta y las perspectivas desde las que reflexionen.

    Después de leer el texto:
    Estoy de acuerdo con el formador húngaro. La reflexión y la figura de profesor como facilitador deberían existir tanto en la formación como en la enseñanza. Sin embargo, estos dos factores no se encuentran presentes necesariamente en la educación obligatoria de los jóvenes. Esto se podría explicar tal vez por la tradición de enseñanza que está tan arraigada en el sistema educativo y que es menos permeable a las nuevas tendencias que en los cursos de formación de profesores que más bien son proclives a responder con las últimas tendencias de los enfoques comunicativos. Volviendo a la formación, estoy de acuerdo con que se cambia la perspectiva de la reflexión; es más, considero que en un curso de formación se pone énfasis más en la forma en la que se puede enseñar ciertos temas. Entonces, el tema de los contenidos de una materia específica pasarían a un segundo plano.

    ResponderEliminar
  2. Cristina, me parece perfecta tu traducción de ‘training’ como “formar”. Personalmente, “entrenar” sólo lo asocio al deporte y se me hace rarísimo en este contexto…

    Antes de leer el texto, mi opinión coincide bastante con la de Cristina. Si los consideramos como dos conceptos distintos, “enseñar” y “formar” se diferencian para mí en el conocimiento previo que poseen los respectivos grupos meta. En el caso de los alumnos a los que se enseña, entendemos que aunque el ideal es mantener al profesor como facilitador, éste va a ser su más importante fuente de input, o quien estructurará más o menos su aprendizaje. Sin embargo, en el caso de la formación, los alumnos ya disponen de estos conocimientos; más que nunca el profesor es un mero facilitador que no debe arrogarse la verdad ni obstinarse en que su forma de hacer las cosas es la única. No obstante, esto tampoco debería ser así en la enseñanza, con lo que las diferencias se vuelven mínimas. Únicamente señalaría que en la formación, el acento no se pone en el qué enseñar sino en el cómo hacerlo.

    Después de leer el texto, pienso dos cosas: a) que “enseñar” y “formar” se parecen aún más de lo que creía, b) que este blog va a sernos muy útil para reflexionar, pero no para hallar soluciones definitivas, que es al fin y al cabo lo bonito de esta profesión, que todo es relativo y adaptable. Creo que, como señala el profesor húngaro, tanto la reflexión posterior a la clase poniéndose en el lugar del alumno, como el rol de facilitador del profesor o el aprendizaje colaborativo a partir del intercambio de experiencias entre los participantes deben ser comunes tanto a la enseñanza como a la formación.

    ResponderEliminar